Dos enfoques complementarios: Uno geoeconómico y otro político 

 

  ENFOQUE GEOECONÓMICO 

La elección a la presidencia de EEUU celebradas en noviembre del pasado año elevó al candidato Donald Trump al cargo supremo de la república. Acontecimiento del máximo interés para la UE, dado el historial del personaje su trayectoria política anterior y los objetivos que propone a llevar a cabo durante su mandato. “América Primero” “Por una gran América”, proteccionismo arancelario y una revisión de la política americana con relación a Europa.

Pero no cabe duda que los sueños de grandeza encaminados a recuperar la posición geoestratégica de otros tiempos ya pasados chocaran con las dificultades a tenor de los cambios acaecidos en el sistema de relaciones internacionales en el tiempo transcurrido desde que abandono la presidencia de su país.

El mundo ha evolucionado afectando manifiestamente en sentido contrario al protagonismo en otros tiempos discutible de USA

Trump ha basado su campaña en seducir a sus electores con recuperar la grandeza de América cuando gano la II Guerra mundial en 19458, cuando no había ningún estado que le hiciera sombra.

Hoy todo es distinto, China, La India, todo el continente asiático forman un área geográfica, la mas extensa de la Tierra y la mas poblada. Por otra parte, los países denominados emergentes, serán los protagonistas del nuevo orden mundial, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)

De todos ellos, quisiera señalar los cambios tan acusados de uno, China, y del papel que empieza a jugar en los desafíos económicos, políticos y culturales, que viviremos en el siglo XXI

China, principal país emergente, por tamaño, población y crecimiento aspira a ser protagonista en la gobernanza mundial; neologismo0 que se puso de moda en la primera cumbre del G-20 en 14999.

Asia es el gran gigante y China su primera potencia. Es el continente más poblado de la Tierra, el 60% de la población mundial y su PIB es el 40% del total mundial con un crecimiento económico del 66% de todos los continentes.

China, dentro de Asia, es la primera potencia económica con un PIB 2.3 veces superior a segunda, Japón, y multiplica por 5 el de la India.

El multilateralismo y la globalización que China defiende, empuja su acción política internacional hacia la creación de multiplex instituciones y foros que van tejiéndonos un nuevo mapa asiático global en el siglo XXI.

En el ámbito de estas instituciones defiende un área de libre comercio y una moneda única abierta a la participación de India, Australia y japón. Se busca convertir la zona en la sexta mayor economía y el tercer mayor mercado del mundo como zona de libre comercio con una población de 2000 millones de habitantes.

El instrumento financiero que apoya este movimiento económico es una sólida organización independiente formada por el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructuras destinadas a las inversiones de la nueva ruta de la seda y a la conectividad del continente asiático y el resto del mundo.

Alguien ha dicho “Norteamérica ya no es Norteamérica y China no es aún China” (Dominique Moisi)

El orden estadounidense ya no existe y no hay un árbitro de sustitución.

La visita de Trump a China no fue un gesto convencional sino una expresión del retroceso de Washington en la dirección de los asuntos mundiales.

La elección de Trump es parte de la “des occidentalización” del mundo (Lluís Basset)

Trump ha erosionado el orden político internacional liderado por EEUU desde la II Guerra Mundial dejando un vacío de poder.

¿Será la UE clara potencia mundial capaz de cubrir el hueco, o nos espera un siglo XXI lleno de grandes incertidumbres?

FRANCISCO SOLO DE ZALDIVAR. (De mis lecturas del libro “La China del siglo XXI del extremeño, Marcelo Muñoz) . Noviembre 2024

 

ENFOQUE POLÍTICO

Quienes conocen a fondo la sociedad americana no se han sorprendido tanto de la victoria aplastante de D. Trump, porque gran parte de aquella sociedad soporta mal  la gran transformación social  que se vive en todo el mundo desarrollado, en el que se están poniendo  en cuestión aspectos como los roles de género, la estructura de la familia e incluso las bases de la democracia, como la libertad y la igualdad, junto a los problemas  económicos derivados de la crisis de 2008.  Todo esto, que en Europa supone un debate  y la apertura a un nuevo tiempo  histórico, que evidentemente provoca incertidumbre, en USA se ha recogido bajo un concepto lo “woke”, que a gran parte de la sociedad más conservadora la ha llevado a un total rechazo, recogido en ese voto  entregado a unas  posiciones que recuerdan las etapas más negras de la Europa entre guerras.

Muchas han sido las voces, en la prensa y entre los pensadores americanos que han venido alertando de esta ola próxima al fascismo Tal como decía  el comentarista Robert Paxton, “ El fascismo no llega a USA con botas y manos en alto , sino con un charlatán televisivo “, aunque después del asalto al Capitolio tampoco se pueden descartar los medios violentos. Y tras las propuestas de Trump en su toma de posesión puede considerarse que si la primera vez su triunfo fue una anomalía política, corregida con  Biden, ahora es un peligro mundial.

Apenas ha tardado 24 horas tras la toma de posesión para hablar de Europa, de cómo debilitarla y ante esto no podemos hacer oídos sordos o pensar que sus soflamas no son más que hipérboles y frases grandilocuentes, por ello  hay que atender el Informe Draghi y ahora antes que nunca la UE debe abandonar la pasividad y la ingenuidad en defensa de sus intereses.

El proyecto europeo y su defensa del Estado del bienestar han sido uno de los grandes avances de la humanidad, alcanzado por los acuerdos entre los conservadores de siempre y los socialdemócratas y esta realidad de paz y beneficios sociales es con la que quiere acabar, entre otros, este autócrata  apoyado por el poder de la  mayor plutocracia de la historia de la humanidad.

En este contexto internacional, por primera vez, España tiene un papel no irrelevante, es el país más importante de la UE en el que gobiernan los socialdemócratas y sus opiniones son   bien escuchadas por la Presidencia de la UE, que incluso ha elevado a la Vicepresidencia a un  miembro del PSOE. Se da esta circunstancia en un momento crítico de Europa, tanto por el ascenso en su seno de los partidos de extrema derecha, como por el triunfo de Trump; debería por ello la derecha española aunar sus esfuerzos con el Gobierno para, en consonancia con la derecha moderada europea, alcanzar un frente común ante las amenazas de este nuevo imperialista que puede poner en riesgo  nuestras democracias.

Lamentablemente la realidad es muy otra y no solo la posición del PP demostró estar alejada de la de sus colegas del Partido Popular  europeo ante la formación del Gobierno de la UE sino que sus últimas decisiones en relación con las pensiones evidencia que su  único objetivo es acabar con el Gobierno progresista de España, a cualquier precio,  incluso perjudicando  a gran parte de la población y acercando  sus posiciones ideológicas a las de los seguidores  de Trump,

Vivimos un momento crítico en el que está en riesgo la pervivencia de la democracia heredera de los principios de  libertad, igualdad y solidaridad,  siendo necesario que quienes gobiernen apuesten por ellos alejándose de los viejos autoritarismos.

El poder de la ola ultra liberal y de sus medios de influencia es tan notable  que, pese a los beneficios  sociales que ha alcanzado el Gobierno, la situación favorable de la economía y el reconocimiento internacional de tales logros, a semejanza de lo ocurrido en USA, una parte de la población o se mantiene ajena a la importancia de mantener una gobernanza que se ocupe de sus necesidades o se aproxima a esas posturas que recuerdan el autoritarismo que creíamos habíamos superado.

Las proclamas del presidente Trump  nos van a recodar cada día aquello que cualquier demócrata rechaza y nos van a permitir compararlas  con las que hacen aquí sus seguidores, quizás esto sirva para alentar a la población española y europea de la necesidad de movilizarnos. Es necesario que  la prensa independiente, los intelectuales, los sindicatos, los movimientos sociales y especialmente la juventud , manifiesten su apoyo  a  los partidos que defiendan los valores que llevaron a  Europa a esa utopía factible que ha sido el Estado del Bienestar, de manera que  se garantice su  poder, mediante los  acuerdos necesarios y  que en todo caso eviten el riesgo que suponen estas nuevas tendencias que solo pueden conducirnos a los más oscuros momentos de nuestra historia.

JORGE TINAS GÁLVEZ. Enero 2025