José Martínez Olivares

 

Crónicas estivales (I)   22-08-2023

Vamos mejorando: otra ola de calor y van…Todavía hay negacionistas pegados al radiador de aire acondicionado que aseguran que estas cosas son puntuales y que siempre han sucedido. Tan inevitables como la muerte y la contribución. Y que los casquetes polares no existen porque la tierra es plana. Menuda paliza les dieron a las campeonas después de un partido asfixiante, la fiesta posterior y tropecientas horas de vuelo, una rúa por Madrid y una charanga en Madrid Río. Se merecen todo nuestro reconocimiento, pero hay que recordar que son mujeres como decían aquellos que soportaban el laurel en la antigua Roma; pese a que las hemos elevado al Olimpo de las diosas. Aunque alguna como Olga Carmona se merezca el aplauso y la gloria; también nuestro pesar por la muerte de su padre al que la tierra le sea leve

“Tengo que disculparme, no me queda otra” Eso es todo lo que se le ocurre decir a Rubiales tras el beso robado a Jennni Hermoso y el posterior escándalo. Lo dice después de aseverar que aquellos que criticaban el hecho eran rencorosos, gilipollas y otros adjetivos. No es consciente de la falta; no se ha enterado todavía de que besar en los labios a una mujer sin su consentimiento, que está supeditada a él, es una agresión sexual y como menos un abuso de poder. Ya había manifestado su machismo con anterioridad echándose las manos a la entrepierna al terminar el partido junto a la reina y en el palco de autoridades. Personaje indigno que no debe de representar ni un día más a una institución como la FEF. Pero el problema de esta sociedad en que vivimos es que se banaliza todo y se le quita importancia a lo esencial, mientras que de dramatiza con lo nimio. Una sociedad que carece de valores porque no se los han conculcado, sin espíritu crítico e incapaz de sancionar moral y públicamente a gente que carece de ética y prejuicios. Una sociedad que ha tolerado durante 87 años, que muchos compatriotas alevosamente asesinados permanezcan en cunetas y fosas comunes; que vota a quienes les roban la cartera y la dignidad; que no sanciona la mentira ni la estulticia; que ve como normal la violencia de género, es una sociedad enferma y decadente.