En el último artículo publicado en este blog, con el título de “Elecciones en C. de Madrid (I)”, destacábamos la potencialidad económica que tiene la CAM y las reformas necesarias que debe afrontar la C. de Madrid para empezar a competir con los grandes centros europeos de desarrollo económico.

El análisis no estaría completo si, además de las oportunidades reales que existen, no tuviéramos en cuenta a la vez las debilidades y amenazas que el gobierno de la Comunidad está obligado a enfrentar, cuanto antes mejor, ya que tanto debilidades como amenazas han sido favorecidas en gran parte por las políticas desastrosas de las dos últimas décadas.

En el campo de las debilidades tenemos que enumerar aquí las dos principales:

  • La desigualdad social crece constantemente durante los últimos años en la Comunidad de Madrid. La recuperación no solo no llega a una gran parte de la población, sino que hay indicadores muy preocupantes, como el aumento de las colas de los comedores sociales, que atienden a esas personas que la Presidenta de la Comunidad ha llamado “mantenidas”. Jóvenes cada vez más cualificados miran con miedo al futuro, porque no salen de empleos precarios. Existen numerosas brechas entre los ciudadanos y los distintos territorios. El COVID-19 no ha castigado a todos por igual. Sigue existiendo también el sur desfavorecido en la Región. Las Pymes están sufriendo muy especialmente la catástrofe, sin que estén recibiendo aún gran parte de los apoyos que están destinados a ellas.
  • Los servicios públicos, que suelen ser una garantía de oportunidades para todos, se han deteriorado en forma alarmante. No es solamente la pandemia la que ha traído los riesgos para las personas. Ya estaban antes. Una fiebre de privatizaciones ha debilitado la capacidad de atención a la ciudadanía. Situación agravada por la precariedad laboral permanente de numerosos profesionales públicos de Sanidad, Educación, Servicios Sociales…

Madrid es la Comunidad Autónoma que menos invierte por habitante en sanidad pública en España. Los servicios de atención primaria carecen de los recursos humanos necesarios. Los hospitales públicos se han visto desbordados.

Como consecuencia, a lo largo de la pandemia, la C. de Madrid ha ostentado el récord de muertes de ancianos en las residencias, con el agravante de disposiciones desastrosas que condenaron a muchos de ellos a morir privados de sus derechos a la atención sanitaria. Nueve de cada diez plazas de residencias pertenecen o están gestionadas por fondos privados, de inversión la mayoría de ellos. No existe un plan regional de envejecimiento activo, lo que condena a las personas mayores, que son el 20% de la población, a la insignificancia o el abandono.

La política educativa llevada a cabo ha recortado los recursos a la escuela pública en favor de la concertada.

Los servicios sociales no tienen capacidad de llegar a las personas más vulnerables. Para colmo, la ultraderecha, que pretende entrar en el gobierno de la Comunidad, pregona sin pudor el odio y la falsedad en temas como que los menores extranjeros no acompañados están costando diez veces más que la atención a nuestras abuelas.

Si el futuro gobierno de la CAM no intenta revertir esta situación y liderar la recuperación, podrán hacerse realidad algunas importantes amenazas a nuestro futuro. Las principales, según nos parece, son estas dos:

  • El empobrecimiento paulatino y la pérdida de calidad de vida de una parte notable de la población, incluida la perteneciente a una parte de las clases medias. Desconocemos cuáles pueden ser las consecuencias. De momento lo que sí observamos es la desesperación y miedo de muchas personas, lo que conduce a apoyar soluciones políticas radicales, aunque conduzcan a caminos desconocidos. Conducen también a manipular las emociones de la gente, en vez de ofrecer soluciones basadas en la razón. Basta ver lo que está pasando en la campaña electoral. Una política fiscal progresista, una vez superada la crisis sanitaria y económica, será necesaria para garantizar los Servicios Públicos y combatir las desigualdades y la exclusión social.
  • La otra gran amenaza tiene que ver con el medio ambiente, y esta amenaza también recae sobre la población más vulnerable. La política de los últimos tiempos en la Comunidad de Madrid conduce en gran medida a favorecer que todo el terreno sea edificable, a impedir que se tomen medidas más enérgicas contra la contaminación ambiental. Basta una tormenta de nieve como “Filomena” del pasado mes de enero para sembrar el caos. Basta una temporada sin lluvia y sin viento para que entremos en alerta extrema no solo en la capital, sino en toda la Comunidad, con las graves consecuencias que esto tiene para la salud del conjunto de la población.

Las medidas políticas para afrontar los retos de estas debilidades y amenazas son inaplazables. Hay que empezar ya, con el consenso de todas las fuerzas políticas, bajo el liderazgo de quien gane las elecciones del 4 de mayo. A los ciudadanos de la C. de

 

Madrid no nos importan las peleas internas ni los intereses privados de los dirigentes políticos; es más, estamos hartos de que la campaña electoral se centre en ellas, olvidando la situación de emergencia que padecemos como Comunidad.

Por ello proponemos dos grandes prioridades de acción política para enfrentar las debilidades y amenazas que afectan a la Comunidad de Madrid:

  1. Fortalecer los servicios públicos, especialmente la Sanidad Pública, la Educación Pública, los Servicios Sociales, los Servicios de Empleo, la dotación de Viviendas Sociales, las Infraestructuras para hacer frente a las catástrofes y situaciones de emergencia. Estos son los servicios que garantizan la igualdad de oportunidades y aseguran un trato equitativo al conjunto de la población. Aprovechemos para ello los fondos europeos destinados a la recuperación y no los malgastemos en otros temas que no nos importan.
  2. Desarrollar una economía sostenible, respetuosa con el medio ambiente, que ponga coto a la especulación del suelo, que aproveche la potencialidad del conocimiento, de los avances técnicos de las comunicaciones y de la ubicación que tiene la C. de Madrid.

Esta debe ser la apuesta de todos los partidos políticos. No nos entretengan, por favor, con otras peleas. Centrémonos en lo que beneficia al conjunto de la ciudadanía. Vayamos a votar todos y hagámoslo por aquellas fuerzas políticas que defienden y garanticen estas prioridades. Que nadie se quede en casa el 4 de mayo, porque la abstención le va a perjudicar gravemente.

LOS EDITORES