III.-EL PROCESO ELECTORAL
1.-El desencadenante
La moción de censura de Murcia: A toro pasado, parece claro que el Partido Socialista no valoró suficientemente el riesgo de desencadenar procesos similares de difícil control en otras Autonomías.
La reacción en Madrid: La rápida reacción de la presidenta madrileña convocando elecciones fue estratégicamente inteligente. La moción de censura presentada a la desesperada por el Partido Socialista y Más Madrid no sirvió.
2.- La candidatura socialista
El candidato. – La convocatoria cogió a contrapié al partido socialista. Fuera o no Ángel Gabilondo el mejor candidato para el momento, no había tiempo de elegir a otro.
Las listas. -En cuanto a los nombres, sorprendía que en los cinco primeros lugares solo hubiera un militante del Partido. Muy escasa la presencia del Sur de la Comunidad, donde más fuerte es el Partido. En cuanto a procedimiento, se pasó por alto el obligado acuerdo de los Comités Regional y Federal.
3.-La campaña electoral.
Se le marcó al candidato la estrategia a seguir. Y se notó mucho que estaba incómodo con ella. La habitual espontaneidad y originalidad de sus palabras no se pudo expresar. Perdía así lo mejor de su valor.
Por otra parte, la estrategia sufrió cambios bruscos. En principio se optó por buscar los votos de C’s; (no subir impuestos y ‘con Pablo Iglesias no’). Esta estrategia se abandonó en cuanto las encuestas dejaron claro que C’s no entraría en la Asamblea.
La participación del Presidente del Gobierno en la campaña era lógica y esperable. Pero pronto se vio que reforzaba el enfrentamiento del Gobierno de Madrid con el Gobierno de la Nación. Eso oscurecía más a Ángel Gabilondo y obligó a un segundo viraje: la retirada de Pedro Sánchez de la campaña.
La entrada de Pablo Iglesias como candidato reforzó la polarización, para regocijo de Ayuso (‘Comunismo o libertad’). El Partido Socialista no debió entrar al trapo, pero entró, sobre todo en las redes.
El telón de fondo de la campaña era sin duda la pandemia. El Gobierno estaba tomando decisiones adecuadas en muchos aspectos, pero la complejidad de las mismas, la dificultad de implementar algunas de ellas, las inseguridades en las que había que moverse, todo eso daba a muchos la impresión de inseguridad, de falta de liderazgo, por lo que muchas personas se quedaron con una imagen simplista y negativa de la acción de gobierno.
Faltaron en la campaña del PSOE algunas cosas importantes: un buen análisis de todo lo mal hecho por el Gobierno de Madrid sobre la pandemia: el punto débil de Ayuso. Más Madrid lo hizo en parte. Faltó también una buena pedagogía en relación con el cansancio causado por la pandemia, que evitara la reacción instintiva e insolidaria de apuntarse a la ‘libertad’ irresponsable de la cerveza en la terraza.
4.- El resultado de las elecciones
Primera sorpresa: una participación elevada no es garantía de triunfo de la izquierda.
Segunda sorpresa: I.D. Ayuso iba a ganar, parecía, pero no por tanta diferencia. Se llevó los votos de C’s y parte de los de VOX. Y otros muchos.
Tercera sorpresa: la dura bajada del PSOE y el ‘sorpaso’ por los pelos de Más Madrid.
El análisis de los resultados deja claro que ha aumentado la permeabilidad del voto entre los partidos, dentro de cada bloque y también entre los bloques.
¿Qué ‘viento’ se ha llevado los votos hacia el PP?
El primer factor ha sido el cansancio producido por la pandemia y las durísimas restricciones a la libertad de movimientos que ha implicado.
Un segundo factor ha sido sin duda el acierto del slogan principal de la campaña del PP: la ‘libertad’. Ligado en principio a la ideología, subliminalmente venía a ser la solución mágica a la presión insoportable de la pandemia.
El tercer factor ha sido el atractivo de la personalidad de la candidata Ayuso, que con su desenvoltura y su lenguaje directo y simplista ha arrastrado a mucha gente.
Y el cuarto factor, mirando desde el Psoe, ha sido su campaña, podemos decir, fallida.
¿Qué liderazgo, qué empatía, qué pedagogía habría podido hacer frente a la fuerza de esos ‘vientos’?
5.- Qué hacer a partir de ahora:
Las circunstancias han sido excepcionales: la pandemia pasará; la Presidenta Ayuso seguirá, más fortalecida y ufana de su victoria, al menos de momento.
El Partido Socialista deberá tomar nota de los cambios que se han observado en la sociedad. A nivel regional queda desarbolado, en manos de la Gestora y del próximo Congreso. Entre tanto, el Grupo Socialista de la Asamblea tendrá que hacer el trabajo principal hasta 2023: mostrar lo que ha pasado y está pasando realmente en la Comunidad, desmontar el mito de la Presidenta y de su mensaje de ‘libertad’.
Parece claro que el Partido necesita una revitalización de la base militante, una presencia más intensa en la sociedad y también asumir mejor una de sus principales funciones: promover la preparación de sus militantes para que entre ellos surjan quienes puedan asumir liderazgos en su momento.
LOS EDITORES